ESCUELA NORMAL DE TEOTIHUACAN
ALUMNA: Jenniffer Zahidy Camacho Galicia
2° N.L.8
TRABAJO: Investigación sobre el Estado de Puebla
ASIGNATURA: Variación Lingüística
PROFRA: Ana María Cópil Méndez
Ciclo Escolar 2011-2012
Ubicación
Geográfica.
El estado de Puebla ha sido de gran importancia en la historia de México. Dentro de él se han hallado los restos más antiguos del
cultivo de maíz y camotes en la región
de Tehuacán; fue el escenario de
ciudades prehispánicas tan importantes como Cantona y Cholula. Durante la época colonial, la ciudad de Puebla llegó a ser
la segunda ciudad en importancia de la Nueva España, gracias a
su ubicación estratégica entre la Ciudad de México y el puerto de Veracruz. A finales del siglo
XIX, el estado fue uno de los primeros en industrializarse, gracias a la
introducción de telares mecánicos que favorecieron el desarrollo de las
actividades textiles. A pesar de todo ello, en fechas más recientes, Municipios
de las regiones Mixteca, de la Sierra Norte y
de la Sierra Negra se han convertido en
expulsores netos de población, cuyos destinos principales son la Ciudad de
México, y desde hace dos décadas, los Estados Unidos.
Las
coordenadas geográficas extremas del estado de Puebla son: al norte 20°50', al
sur 17°52’ de latitud norte; al este 96°43', al oeste 99°04' de longitud oeste.
La extensión territorial de la entidad, representa el 1.7 por ciento de la
superficie del país, y colinda al norte con Hidalgo y Veracruz-Llave; al este con Veracruz-Llave y
Oaxaca; al sur con Oaxaca y Guerrero; al oeste
con Guerrero, Morelos, México, Tlaxcala e Hidalgo.
Los
grupos indígenas de Puebla fueron sometidos por los conquistadores españoles
aprovechando el resentimiento que había despertado la dominación de los mexicas
y las constantes guerras que se suscitaban entre los señoríos a causa de la
rivalidad por mantener el control de los
territorios agrícolas y de las rutas comerciales. En agosto de 1519 Hernán Cortés, sus soldados y sus aliados indígenas
de Cempoala penetraron al territorio ocupado por los señoríos de habla náhuatl
de la sierra de Puebla; cruzaron por la región de Tlatlauqui, tocando Zautla y
después Ixtacamaxtitlán, que designaron como Castilblanco, y se dirigieron por
Xalacingo hacia Tlaxcala sin encontrar resistencia. En fechas bastante
tempranas fue instaurado el sistema de encomiendas; Cortés asignó algunos de
los pueblos más importantes a sus amigos y servidores más allegados.
Dos
hechos de gran trascendencia sucedieron en la región de Puebla: la llegada de
los 12 primeros frailes franciscanos en 1524 y la instalación de la segunda
Audiencia, presidida por Sebastián Ramírez de Fuenleal. Al ser reorganizado el
virreinato de Nueva España, conforme a la Real Ordenanza de Intendencias,
expedida en Madrid el 4 de diciembre de 1786, fue creada la intendencia de
Puebla y designado como primer intendente Manuel Flon, conde de la Cadena.
Comprendió inicialmente los partidos de Tlaxcala y Cuautla de las Amilpas, pero
después, por real cédula del 2 de mayo
de 1793, Tlaxcala fue erigida en gobierno militar, segregándose de su
jurisdicción, y Cuautla de las Amilpas pasó a formar parte de la intendencia de
México en 1792, anexándose a la de Puebla los partidos de Igualapa y Tlapa, que
pertenecían a aquélla. La intendencia de Puebla, por su gran extensión, fue
considerada como la segunda de la Nueva España; abarcaba su territorio desde la
costa del océano Pacífico, con el partido de Igualapa, hasta la del golfo de
México, con el de Huauchinango.
Pueblos indígenas
El mayor ámbito de población indígena en el estado es
el municipio de Puebla, que alberga a miembros de todas los pueblos indígenas
del estado y de otros de todo el país. En el año 2002, se calculaba que más de
69 mil personas (6,8% de la población del municipio capital) era indígena. Otro
importante núcleo de población indígena es Tehuacán: también en 2002, la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) calculó
que 48.264 indígenas (21% de la población) habitaban en el segundo municipio
más poblado del estado. Sobre la base del censo del año 2000, la CDI calculaba
que la población indígena del estado de Puebla era de 957.650 personas, el
18,9% de la población del estado. Este índice es uno de los más altos en
México.
En el estado
hay dos grandes regiones indígenas: la Sierra Norte de Puebla y la Sierra Negra. En la primera conviven nahuas, totonacos y otomíes, que
constituyen importantes poblaciones en Cuetzalan del Progreso, Pahuatlán, Huehuetla y Teziutlán. La Sierra
Negra es una de las principales expulsoras de población en el estado de Puebla.
En varios municipios de la región, como El oxochitlán y San Sebastián
Tlacotepec, los indígenas popolocas, nahuas y mazatecos constituyen
la mayoría de la población. La región indígena de la Sierra Negra está
fuertemente relacionada con la ciudad de Tehuacán, donde los indígenas son el
21% de la población. Otros municipios indígenas se encuentran aislados en el
suroeste y el centro del estado. Se trata de poblaciones como San Jerónimo Xayacatlán o Quimixtlán,
en el sur y oriente del estado y con importantes poblaciones mixtecas y
nahuas respectivamente. Municipios del estado con población mayoritariamente mestiza, como Puebla de Zaragoza, Tehuacán y Atlixco, concentran
un importante número de indígenas migrantes o nativos de primera generación.
Las regiones
indígenas de Puebla se encuentran entre las más pobres del estado y del país.
Varios municipios de población mayoritariamente indígena en la Sierra Negra y
la Sierra Norte Zoquitlán, Coyomeapan, Huehuetla y Camocuautla— se
encuentran entre los cien con peores niveles de desarrollo humano.
Lenguas poblanas
En el Estado
de Puebla conviven siete lenguas indígenas con la lengua oficial, que es el
Español, estas lenguas vernáculas son: Nahautl, Popoloca, Tepehua, Mazateco,Totonaco,
Mixteco y Zapoteco.
Este
panorama lingüístico en nuestro país y en nuestro estado, nos ha conducido a un
fuerte grupo de investigadores lingüistas a estudiar el comportamiento de estas
lenguas con el Español y a tender a preservar, conservar, mantener y sostener
dichos códigos. Es a partir del año 2000
cuando se iniciaron investigaciones de campo que nos han permitido tener un panorama general
lingüístico hasta este año 2008. Y desde luego ha despertado el interés en los
estudiantes quienes al concluir sus estudios de
licenciatura hacen la defensa de sus tesis en estos campos de la
lingüística. En un 25% de la población estudiantil del Colegio de Lingüística y
Literatura Hispánica. Alrededor del 15% de la población mayor de cinco años del
estado habla alguna lengua indígena. En 1810 se calculaba que el 74,3% de los poblanos
hablaban alguna lengua indígena; casi cien años más tarde, el censo de 1900 dio
como resultado 34%
Los
hablantes de náhuatl constituyen
la mayor comunidad lingüística indígena del estado. Representan más de 70% de
la población hablante de lenguas indígenas en el estado y se concentran en las
regiones de la Sierra Norte y la Sierra Negra. El segundo grupo lingüístico por
el número de hablantes lo constituyen los usuarios del idioma totonaco.
Representan alrededor del 18% de los poblanos mayores de cinco años que hablan una
lengua indígena. Más atrás se encuentran los hablantes de mazateco y popoloca,
con más de 14 y 13 mil hablantes respectivamente. Los popolocas comparten con
los hablantes de mazateco el ámbito territorial del valle de Tehuacán, con la
diferencia que ese es el territorio histórico de la primera comunidad
lingüística. Los hablantes de otomí (más de 7 mil) se concentran en municipios
limítrofes con Hidalgo. Los
hablantes de mixteco se localizan en el centro y sur del estado, y suman más de
6 mil (1,2%).
El chipileño,
es una variante de la lengua véneta (lengua
del norte de Italia) hablada
sobre todo en la comunidad de Chipilo de
Javier Mina (de donde obtiene el nombre la variante), en el estado de Puebla.
La lengua véneta de México, con el transcurso del tiempo, fue sufriendo
influencias del español mexicano, debido a su contacto con otras comunidades
cercanas al sur de la Ciudad de Puebla. No obstante, aunque el chipileño sea
muy próximo a otros dialectos del véneto, fue un caso único en México que se le
compara con el talian del
sur de Brasil. No se sabe
a ciencia cierta el número de hablantes de chipileño, hay cifras estimativas
que sitúan el número de véneto-parlantes en unos 5.000 en la comunidad poblana
de Chipilo, la mayoría de los cuales son bilingües con el castellano, las
cifras en otros estados del país son desconocidas.
El tema
antropológico central al que puede contribuirla sociolingüística se refiere al
papel que juegan el conflicto lingüístico y la lengua vernácula para la
reproducción de la identidad étnica y la sobrevivencia del grupo indígena como
tal. En la mayoría de los estudios sociolingüísticos recientes, se ha podido
demostrar la alta relevancia de la lengua y el sistema discursivo autóctonos
para la cohesión y preservación de una etnia.
La relación
sociolingüística global entre lengua nacional y lenguas indígenas en América
Latina se puede conceptualizar, para una gran parte de los casos,como de
conflicto lingüístico caracterizado por
una diglosia sustitutiva, es decir, una relación asimétrica entre una
lengua dominante y otra dominada. Se articula en dos tendencias históricas: por
un lado, observamos la creciente expansión de la lengua dominante y el
consecuente desplazamiento de la lengua indígena como tendencia principal en su
extensión geográfica, en su valor funcional y en las estructuras discursivas y
gramaticales; y, por el otro, como tendencia subordinada que integra los
factores de resistencia lingüística y étnica que se concentran normalmente en
la comunicación interna de las comunidades y familias, las actividades
tradicionales y, como factor de identidad, en la conciencia lingüística de los hablantes.
1.
Náhuatl-Español. Zacapoaxtla, Puebla
2. Variación
Lingüística del Náhuatl. San Carlos, Xilita y Altepexi
3. El
bilingüismo en Comaltepec-Puebla
4.
Variaciones lexicales Comaltepec, Zacapoaxtla-Puebla
5. Análisis
sintáctico comparativo del Náhuatl de Tehuacan y Zacapoaxtla
6. Tehuacan
y Zacapoaxtla, Puebla
7. Análisis:
actitud lingüística entre los hablantes de Zacapoaxtla, Puebla
8. Las
partes del cuerpo humano en las lenguas Náhuatl y Totonaco en el
municipio de
Zacapoaxtla-Puebla
1.
Bilingüismo: sincretismo lingüístico-cultural de la lengua Náhuatl de los niños
de la
comunidad de Santa María Zoyatla2. Bilingüismo: (Español- Totonaco) las
actitudes lingüísticas de los hablantes de lengua Totonaca del municipio de
Pantepec, Puebla
3. La
alteración del código de la lengua Mixteca en madres e hijas de 20 y 50 años en
el municipio de Xayacatlán de Bravo, Puebla
4.
Diversidad lingüística encontrada en los adultos y ancianos de Cholula
5. Diglosia
entre el Náhuatl y Español en San Pablo del Monte, Tlaxcala
6. El uso de
préstamos del Español al Náhuatl en el
ámbito comercial de la junta auxiliar de San Miguel Canoa, en personas de 20 a
60 años
Patrimonio Cultural del Estado de Puebla
El estado de Puebla cuenta con una
legislación de protección al patrimonio cultural de los poblanos. De acuerdo
con la Ley de Fomento Cultural del Estado de Puebla, se consideran patrimonio
cultural los
testimonios históricos y objetos de conocimiento que continúen la tradición histórica,
social, política, urbana, arquitectónica, tecnológica, ideológica y de carácter
económico de la sociedad que los ha producido. Este tipo
de creaciones pueden obtener su reconocimiento como Patrimonio Cultural del Estado mediante declaratoria del Ejecutivo
estatal en consulta con el Consejo Poblano de Cultura. Entre las obras que han
sido declaradas Patrimonio Cultural del Estado de Puebla se encuentra el Huey
Atlixcáyotl, que obtuvo ese reconocimiento en 1996.Otras declaratorias de
Patrimonio Cultural son "La Feria del Huipil y del Café" que se
realiza en Cuetzalan el 4 de octubre; el "Carnaval de Huejotzingo";
La Tradición de la "Matanza" de chivos en Tehuacán; El
Mitotikuikacalli, en Zacapoaxtla, "Las Ofrendas Monumentales de
Huaquechula"; las "Ofrendas de San Gabriel Chilac"; el
Adoratorio "La Xochipila", en Xicotepec de Juárez y el "Papel
Picado de Huixcolotla".También encontramos al volcan más pequeño del
mundo, el "Cuexcomate" proveninte de la palabra náhuatl “cuexcomatl”
que significa "olla de barro o lugar para guardar”, con una elevación de
13 metros de diámetro al nivel del suelo, 8 metros de diámetro exterior y una
base de 23 metros.
Artes populares
El estado de
Puebla es conocido por su amplia gama de cultura. La más emblemática es la Talavera poblana, técnica en
la que se realizan no sólo tibores y vajillas, sino azulejos y otros elementos
de decoración arquitectónica. De este tipo de cerámica están recubiertas
algunas construcciones de la capital poblana y otros pueblos (especialmente en
el centro del estado), como las cúpulas de la Catedral de Puebla, el templo de
Sebastián de Aparicio, la cocina del convento de Santa Rosa o la Casa de los
Muñecos. San Salvador Huixcolotla, en el valle de Tepeaca, es la cuna
del papel picado que se
emplea como adorno en diversas festividades mexicanas, como el Día de la
Independencia o el Día de Muertos La técnica tiene su origen en la época
colonial, aunque la costumbre de emplear el papel como elemento en los rituales
tiene sus resabios prehispánicos. En la región de Pahuatlán se
manufactura el papel amate siguiendo
una técnica precolombina que se ha modificado muy poco al pasar el tiempo. Este
papel amate se emplea para la representación de los espíritus de la mitología
de los nahuas y otomíes de la Sierra Norte, calando los motivos en el papel. El
papel amate de la Sierra Norte de Puebla se emplea en la producción artesanal
de Guerrero.
También en
la Sierra Norte existe una importante producción de textiles artesanales,
especialmente camisas bordadas para mujer y los famosos quexquémitl que
emplean las mujeres nahuas y otomíes de la región. Estas prendas se tejen en
telar de cintura mediante la técnica de brocado con
hilos de lana, casi siempre de color negro y rojo. Los quexquémitl son parte
central de la indumentaria de las mujeres en la sierra, y en Cuetzalan tienen
un festival que gira en torno a la exhibición de estas prendas. Por otra parte,
en el sur del estado se encuentra la producción alfarera de la Mixteca Poblana.
La alfarería de Acatlán de Osorio e Izúcar de Matamoros se caracteriza por sus
figuras elaboradas de barro casi sin decoración, aunque en la primera localidad
es característico el empleo de mecates de palma para decorar ollas y otros
utensilios de uso diario. En la región del centro y sureste del estado se
producen figuras talladas de ónix y mármol, entre
otras piedras que pueden obtenerse en los yacimientos deTepeaca y Tecali de Herrera. La cestería es
común a casi todo el estado, aunque tiene especial importancia en la Mixteca y
la región de Tehuacán, donde la
palma empleada en su confección crece de modo silvestre.
Así mismo
cabe mencionar que el arte por excelencia de los pueblos de Atlixco y Tenango
de las Flores (y otros de menores dimensiones), es el cultivo y embellecimiento
de las plantas de ornato, y que a través de la organización de festivales como
"La Feria de las Flores" en Huachinango, logran promover sus
productos convirtendo las calles de su región en avenidas transitadas por gente
de todo México. Cuando estas grandes fiestas se llevan a cabo, la comunidad se
llena de aromas y colores que hacen de un recorrido matutino, un viaje por los
campos de labranza .
Festividades populares
Existen
numerosas festividades populares en todo el territorio del estado. Al igual que
en otras partes de México, en Puebla se celebran algunas fechas cívicas y
religiosas de importancia en todo el país. Forman parte del calendario
religioso las celebraciones decembrinas de las Posadas y
la Navidad, el festejo
de Año Nuevo; los carnavales, la Cuaresma y
la Semana Santa; el Día de Muertos y la
celebración de la Virgen de Guadalupe. En Puebla se realizan varios carnavales, como los
de Huejotzingo, El Alto(relacionado con el Carnaval de Tlaxcala) y San Jerónimo Xayacatláncada uno con características muy particulares. Además
de estas festividades, cada pueblo tiene sus propias fiestas dedicadas a los
patronos. Sólo en el caso de la ciudad de Puebla se registran 83 festividades
religiosas en distintos barrios del centro histórico, mismas que a decir de
Ernesto Licona, son vividas intensamente por las personas que
participan de ellas. Otras festividades patronales importantes en el
estado son las que se realizan en torno a la festividad de San Francisco de Asís en Ciudad de Cuetzalan, donde se realiza la Feria Nacional del Café y el
Huipil y se presentan las danzas de Quetzales, Santiagos y el Juego del Volador; o las
relacionadas con San Miguel Arcángel,Fiestas Populares: El último domingo del mes de
septiembre se lleva a cabo la fiesta de San Miguel Arcángel, patrono del lugar.
“El Huey Atlixcáyotl”, que en náhuatl significa “gran tradición atlixquense”,
es una fiesta que se hace, según la tradición prehispánica, en honor a
Quetzalcóatl, para agradecer los dones recibidos en la cosecha. Es una reunión
de pueblos que celebran su permanencia y recrean sus tradiciones a través de la
danza. Además, con una semana de anticipación hay diversos eventos. Se lleva a
cabo en el auditorio al aire libre Netotiloaya (Plazuela de la Danza). En 1996
se nombró al “Atlixcáyotl” Patrimonio Cultural del Estado de Puebla. que
en Atlixco se
engalanan con la realización del Huey Atlixcáyotl, un festival donde las once
regiones culturales del estado presentan cuadros de danza tradicional.
Entre las
festividades cívicas que tienen lugar en el estado se encuentra desde luego la
fiesta nacional de México: el Día de la Independencia (15-16 de septiembre), en que se conmemora el
aniversario del inicio de la guerra que puso fin a la dominación española del
país. El 5 de mayo es otra festividad cívica importante, puesto que la
identidad poblana está articulada en torno a la Batalla de Puebla, suceso
histórico de principal relevancia en la historia oficial de México por ser el
momento en que el Ejército de Oriente y los milicianos mexicanos derrotaron a
los invasores franceses en 1862.
Patrimonio arqueológico
En el
territorio que actualmente ocupa el territorio del estado habitaron diversos
pueblos desde la época precolombina. Los testimonios de su presencia forman
parte del patrimonio cultural de los poblanos, y son protegidos tanto por
autoridades locales como por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). En Puebla existen varios sitios arqueológicos
aunque sólo algunos se encuentran abiertos a la visita del público. Entre estos
sitios se encuentran Yohualichán, sitio del
período clásico tardío de la cultura totonaca localizado en la Sierra Norte,
próximo a Cuetzalan; cerca de Oriental se
encuentra Cantona, sitio del
Epiclásico mesoamericano; en el centro del estado está la Zona Arqueológica de Cholula, una de las más antiguas ciudades de México; en el
sur se encuentran Tepexi el Viejo y Cuthá, ambas relacionadas con la cultura
mixteca-popoloca. Existen varios museos que resguardan acervos de piezas
arqueológicas, entre ellos el Museo Amparo y el
Museo Regional de Puebla del INAH, en la ciudad de Puebla, y varios museos
comunitarios como el de Acatlán de Osorio, dedicado a la cultura mixteca, y el
de Xiutetelco, que resguarda piezas totonacas.
Conclusiones
Todas
las lenguas y sistemas discursivos tienen, en principio, la capacidad de
desarrollarse para adoptar nuevastareas y operar en ámbitos nuevos. Esto sucede
comoproceso gradual con todas las lenguas vivas. Cuando los hablantes de una
lengua minoritaria se ven ante la necesidad súbita de tener que funcionar en
dominios tradicionalmente no cubiertos por su lengua y cuando existe una lengua
dominante, generalmente de mayor prestigio, que opera en ellos, se producen las
típicas “ideologías diglósicas” (cf. Gardy y Lafont, 1981): ante los ojos de indígenas
y no indígenas la lengua minoritaria aparece como estructural y genéticamente
incapaz de funcionar en los campos nuevos, por lo cual debe ser abandonada o reducida
a los dominios de la familia y comunicación cotidiana, normalmente de menor
prestigio. Este procedimiento ideológico confunde sistemáticamente el estadio de
desarrollo histórico de una lengua con sus posibilidades genéticas. Cabe
recordar que este tipo de debates o posiciones esencialistas no se reducen a
las lenguas indígenas. Abundaron, junto con argumentos de raza y civilización, durante
toda la historia de la humanidad para justificar el dominio de un grupo
etnolingüístico sobre otro. No se trata simplemente de que una lengua
“desplace” a la otra, como lo sugiere esta metonimia tan generalizada, sino de
procesos a través de los cuales los actores
bilingües van transformando
sus usos y repertorios en todas sus dimensiones.
ITURRALDE,
DIEGO
1990
“Movimiento indio, costumbre jurídica y usos de la ley”, en Stavenhagen,
Rodolfo y Diego Iturralde (eds.) Entre la ley y la costumbre. El derecho consuetudinario
indígena en América Latina, México, Instituto Indigenista Interamericano-Instituto Interamericano de Derechos Humanos, pp. 47-63.
1991
“Los pueblos indios
como nuevos sujetos sociales en los Estados
latinoamericanos”, en Nueva Antropología, vol. XI, núm. 39, pp. 27-40.
por favor que no sea de color azul la letra y no pongas resaltado por que lastima y aparte no se ve la letra de color azul en el resaltado blanco . por favor y es un buen trabajo :) me ayudo mucho con mi tarea . gracias
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